BARCELONA/GAUDÍ/RUTA CALPA: LA FAUNA DEL GENIO
No nos escondemos: Antoni Gaudí es una de las fuentes de inspiración de nuestros diseños. No en vano, cuando se graduó en 1878 en arquitectura, Elies Rogent, director de la escuela, dijo a la hora de otorgarle el título: "Hemos dado el título a un loco o un genio". Nos quedamos con el genio y te invitamos a descubrir la fauna que habita en sus obras.
Paseo de Gracia, ¡El mar gaudiniano está muy cerca!
Empezamos nuestra ruta en el Paseo de Gracia, un pavimento de forma hexagonal diseñado por el artista alrededor de 1904 y que se ha convertido en su obra no arquitectónica más conocida y reproducida en diferentes formatos y objetos. En nuestro caso, es la protagonista de una colección exclusiva de bolsos, monederos y otros accesorios. Fue una pieza revolucionaria, pues rompía con la tradicional baldosa cuadrada. Pero lo más fascinante para nosotros es el diseño en sí mismo: es una pieza monocromática que Gaudí diseñó en relieve para que fueran la luz y las sombras las que aportaran vida a esta. Cada baldosa está decorada con un tercio de cada uno de los componentes de la loseta, un tercio de estrella de mar, un tercio de caracol y un tercio de algas. En el caso de la estrella de mar, es una versión gaudiniana, ya que tiene seis extremidades en lugar de cinco. Se necesitan siete baldosas juntas para contemplar los tres componentes que conforman el conjunto. Este azulejo universal está expuesto en el MoMA.
El dragón de la Casa Batlló
Sin salir de Paseo de Gracia, en el número 43, encontramos la Casa Batlló, una obra maestra patrimonio de la Unesco. Es inevitable detenerse para admirarla. En la parte superior se ve la espina dorsal de un animal. Conociendo a Gaudí, defensor de las costumbres y leyendas catalanas, la versión más extendida y aceptada es que se corresponde con el lomo del dragón de Sant Jordi, patrón de Cataluña. La fachada de colores, realizada con la técnica del quebradizo, nos recuerda las escamas de un pez o el lomo de una serpiente acuática, con un brillo tornasolado que ilumina de manera mágica por las mañanas de la ciudad.
La Pedrera, escondrijo de animales
Un poco más arriba y al otro lado del paseo, en la esquina de la calle Provença, la casa Milà surge como una montaña de piedra en medio de la ciudad. Por eso los barceloneses y barcelonesas de principios del siglo XX se refieren al singular edificio como La Pedrera. Cuando fue construida, fue objeto de burla y sátiras en distintas publicaciones por su estructura singular, probablemente por su diseño rompedor. Gran parte del edificio más emblemático de Gaudí es una alegoría en la naturaleza: encontramos detalles decorativos como conchas, tentáculos de pulpo o mariposas. Pero no a simple vista. Gaudí nos invita a jugar con la observación y descubrirlos a lo largo de la visita.
La Sagrada Familia, a paso de tortugas
Desde la misma Pedrera, tomamos la calle Provença en línea recta y llegaremos a la Sagrada Família. Son unos veinte minutos andando. También puede tomar la línea 5 de metro (la azul), que le deja en la misma puerta del edificio. Esta monumental e inacabada basílica no necesita presentación, así que nos centraremos en la fauna que el Maestro Gaudí incorporó a las fachadas y rincones para llenarla de vida y simbolismo.
La Fachada de la Natividad, situada en la calle Marina, simboliza el nacimiento de Jesús, la vida y la creación. No podían faltar en su decoración diferentes animales y el Árbol de la Vida. Sus 3 entradas están separadas por 2 columnas que tienen en sus pies una tortuga marina cada una.
En el portal de la Esperanza, situado a su izquierda, vemos la representación de la huida de Egipto para evitar la muerte de Jesús durante la matanza de los inocentes. Los juncos que aparecen son los típicos de las riberas, donde suelen encontrarse patos y gansos. También descubriremos nenúfares, lirios de agua, la planta del papiro y las libélulas.
El portal de la Fe está a la derecha de la Fachada de la Natividad. Representa la zona más árida de Nazaret, donde Jesús vivió su infancia y adolescencia. Gallos, gallinas, abejas y camaleones habitan en este lateral.
Tu siguiente destino es el Parc Güell. La mejor opción es ir andando hasta el paseo de Sant Joan y tomar el autobús V19, que le deja en una de las puertas laterales del parque.
El universo mágico del Parc Güell
El parque más visitado de Barcelona derrama color, texturas, formas ondulantes, belleza natural y la inevitable sensación de estar en un mundo no real, donde la luz a lo largo del día juega un papel protagonista. Si lo visitas a primera hora de la mañana, con turistas, podrás fotografiar al espléndido dragón que te recibe en la escalinata de la entrada de la calle Olot. Si levantas la vista, observarás también la cabeza de un animal en la roseta que se encuentra en la parte posterior del dragón. Y algo más arriba, sobre las columnas de la Sala Hipóstila, te observan las gárgolas que parecen vigilar el parque. ¿Serás capaz de encontrar la Cabeza de León?
La finca Güell
En la avenida de Pedralbes núm. 7 de Barcelona está la entrada de los Pabellones de la Finca Güell, la primera obra que Gaudí diseñó en la ciudad para su mecenas. La espectacular puerta del ''Drac'', forjada en hierro, abre la entrada a un espacio simbólico que recrea con diversos materiales algunos pasajes del poema L'Atlàntida, de Jacint Verdaguer.
La creatividad de Antoni Gaudí, la fascinación por la naturaleza (la gran fuente de inspiración), el espíritu inconformista y rompedor, el amor por el trabajo bien hecho, la vinculación con Barcelona y la pasión por las tradiciones culturales convirtieron este artista en un referente para Calpa. Y nuestro mejor homenaje era dedicarle una de nuestras colecciones. Si desea regalarse o regalar algo original de esta ciudad y nuestro genio favorito, tenemos muchas ideas para ti.
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